Por: Psic. Judith Rodríguez
Hoy día nos encontramos inmersos en un mundo acelerado que nos dicta la necesidad de adaptarnos al “vivir corriendo” si no queremos estancarnos y ser rebasados por los demás, sin embargo, debemos tener presente que es de vital importancia implementar estrategias eficaces que nos permitan liberarnos del estrés “perenne” inherente a este mundo “loco”, ¿pero qué significa eso de implementar estrategias eficaces?, muy sencillo, simplemente generar nuestro tiempo de OCIO.
Muchas personas refieren NO TENER TIEMPO LIBRE debido a las múltiples actividades que este mundo demanda realizar, pero debemos reconocer que el tiempo libre no se compra en el supermercado, más bien es creación de uno mismo ¿porqué?, porque generar nuestro tiempo de “ocio” tiene que ver con administrar el tiempo adecuadamente, es decir, ADMINISTRARNOS a nosotros mismos.
La real academia de la lengua española define al “ocio” como: cesación del trabajo, inacción o total omisión de la actividad, pero existe una segunda definición que se refiere sencillamente al tiempo libre de cada persona, es decir, todo ese tiempo en el que no se trabaja, estudia, y que es independiente del tiempo exclusivo de y para Dios.
¿Te has preguntado si en realidad generas y aprovechas tu tiempo libre?
Muchas veces, o más bien, la mayor parte de nuestro día la dedicamos a saturar nuestra mente con presiones laborales, económicas, académicas/profesionales, familiares, etc. y olvidamos (o no le damos importancia) “depurar” nuestra cabecita, darle mantenimiento y prepararla para que siga trabando de manera adecuada. Recordemos que al padecer un cansancio mental (creado por uno mismo) corremos el riesgo de generar como consecuencia una “parálisis mental” que nos bloquea e impide que las ideas fluyan, minimizando nuestra capacidad de idear la solución a nuestras presiones y/o problemas, lo que a su vez incrementa los niveles de estrés alimentando un circulo vicioso.
Teniendo bien claro lo anterior es importante pensar (además de en nuestras situaciones difíciles) en ¿cómo? podemos hacer para desestresarnos y disfrutar nuestro tiempo fuera del trabajo, escuela, labores domésticas, etc., ¡ NO TODO ES TRABAJAR Y DORMIR!. Sabemos cada persona de acuerdo a sus preferencias elegirá actividades diferentes que pueda disfrutar plenamente para lograr dicho fin.
He aquí sólo algunas sugerencias:
Practicar algún deporte, existe diversidad de opciones: básquetbol, voleibol, fútbol, beisbol, o simplemente correr, caminar, incluso bailar o hacer aerobics.
Visitar a nuestras amistades y convivir con ellas.
Visitar algún museo o exposición cultural.
Asistir a algún espectáculo musical.
Preparar una visita familiar o incluso invitar a comer a nuestros familiares.
Leer (temas de interés que te permitan aprender y crecer).
Asistir a algún centro comercial (no necesariamente para llevar a cabo compras).
Visitar lugares que permitan estar en contacto con la naturaleza (desde un modesto parque hasta una imponente montaña).
Asistir al cine o teatro.
Realizar labores altruistas.
Meditar/reflexionar sobre proyectos personales.
Etc.
La vida no debe ser sólo dedicada a trabajar, bien lo dice la palabra de Dios en Eclesiastés 3:1:
“Todo tiene su momento, todo lo que ocurre bajo el cielo ocurre de acuerdo a un plan”.
Recuerda, ello depende de la administración adecuada del tiempo (labor individual de uno mismo), todos podemos hacerlo, pues Dios nos ha dado a todos la capacidad, así como las herramientas para hacer y tener todo sin olvidamos de que Él es nuestra prioridad.
Muchas personas refieren NO TENER TIEMPO LIBRE debido a las múltiples actividades que este mundo demanda realizar, pero debemos reconocer que el tiempo libre no se compra en el supermercado, más bien es creación de uno mismo ¿porqué?, porque generar nuestro tiempo de “ocio” tiene que ver con administrar el tiempo adecuadamente, es decir, ADMINISTRARNOS a nosotros mismos.
La real academia de la lengua española define al “ocio” como: cesación del trabajo, inacción o total omisión de la actividad, pero existe una segunda definición que se refiere sencillamente al tiempo libre de cada persona, es decir, todo ese tiempo en el que no se trabaja, estudia, y que es independiente del tiempo exclusivo de y para Dios.
¿Te has preguntado si en realidad generas y aprovechas tu tiempo libre?
Muchas veces, o más bien, la mayor parte de nuestro día la dedicamos a saturar nuestra mente con presiones laborales, económicas, académicas/profesionales, familiares, etc. y olvidamos (o no le damos importancia) “depurar” nuestra cabecita, darle mantenimiento y prepararla para que siga trabando de manera adecuada. Recordemos que al padecer un cansancio mental (creado por uno mismo) corremos el riesgo de generar como consecuencia una “parálisis mental” que nos bloquea e impide que las ideas fluyan, minimizando nuestra capacidad de idear la solución a nuestras presiones y/o problemas, lo que a su vez incrementa los niveles de estrés alimentando un circulo vicioso.
Teniendo bien claro lo anterior es importante pensar (además de en nuestras situaciones difíciles) en ¿cómo? podemos hacer para desestresarnos y disfrutar nuestro tiempo fuera del trabajo, escuela, labores domésticas, etc., ¡ NO TODO ES TRABAJAR Y DORMIR!. Sabemos cada persona de acuerdo a sus preferencias elegirá actividades diferentes que pueda disfrutar plenamente para lograr dicho fin.
He aquí sólo algunas sugerencias:
Practicar algún deporte, existe diversidad de opciones: básquetbol, voleibol, fútbol, beisbol, o simplemente correr, caminar, incluso bailar o hacer aerobics.
Visitar a nuestras amistades y convivir con ellas.
Visitar algún museo o exposición cultural.
Asistir a algún espectáculo musical.
Preparar una visita familiar o incluso invitar a comer a nuestros familiares.
Leer (temas de interés que te permitan aprender y crecer).
Asistir a algún centro comercial (no necesariamente para llevar a cabo compras).
Visitar lugares que permitan estar en contacto con la naturaleza (desde un modesto parque hasta una imponente montaña).
Asistir al cine o teatro.
Realizar labores altruistas.
Meditar/reflexionar sobre proyectos personales.
Etc.
La vida no debe ser sólo dedicada a trabajar, bien lo dice la palabra de Dios en Eclesiastés 3:1:
“Todo tiene su momento, todo lo que ocurre bajo el cielo ocurre de acuerdo a un plan”.
Recuerda, ello depende de la administración adecuada del tiempo (labor individual de uno mismo), todos podemos hacerlo, pues Dios nos ha dado a todos la capacidad, así como las herramientas para hacer y tener todo sin olvidamos de que Él es nuestra prioridad.
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